Rodillos para el confinamiento

por EnBici 23.04.2020

Que tiempos aquellos en los que si el domingo hacia bueno nos debatíamos entre la bici de carretera para deslizarse sobre el asfalto, suave, silenciosa y eficiente, o la de montaña para perderse por los caminos, ágil, manejable y juguetona, resistente y marrullera, siempre dispuesta a meter los neumáticos en cualquier charco, o la cicloalforjera para pasar horas y horas dando pedales, cómoda, fiable y predecible.

Quien nos iba a decir que unas semanas mas tarde, en los mejores días del año, en esos que despunta la primavera y el sol ya pica un poquito, la mejor opción para dar pedales iba a ser, "vade retro", la bici estática. Esa bici absurda, rígida e inmóvil.

Quien nos iba a decir que íbamos a motivarnos mirando avatares en la pantalla de nuestro viejo iMac, montados sobre una sombra de la que otrora fue una impenitente bici viajera y que ahora esta sin frenos, sin cazoletas de dirección, mutilada y encadenada con un gomoso y liso neumático azul a un rodillo.

Esa bici que tantos paisajes vio aparecer a lo ancho de su manillar y que ahora corre como un hamster en la rueda mirando a la pared, suponemos que extrañada de ver como nos esforzamos dando pedales para no ir a ninguna parte.

Cuando hace casi un año nos compramos el rodillo para usarlo en las oscuras tardes de invierno, nunca pensamos que llegaría esta distopía en la que los paisajes virtuales y las pendientes de electro-imanes se convertirían en parte nuestra realidad cotidiana.

Nosotros que tanto criticamos a los fan del spinning vestidos con sus maillots inútilmente ajustados, así nos vemos ahora: haciendo ciclismo en el trastero, con un ventilador para pasar el sofocón como mal sucedáneo de ese airecito de cara que seca el sudor.

Hemos usado un par de esas plataformas de software para rodillos "inteligentes" que adaptan su resistencia a los desniveles de la ruta que quieren simular. Se les dan mejor la subidas que las bajadas, en las que te siguen obligando a dar pedales sin descanso.

No han encontrado la manera de simular el juego de equilibrios que dispara las endorfinas en tu cerebro cuando vuelas con la bici cuesta abajo dejando que sea la gravedad la que te lleve.

Como al trastero solo nos llega un hilillo de WiFi no solemos usar el modo "imagen real" y ponemos el modo "3D" con un montón de contrincantes que circularon antes por estos mundos virtuales y dejaron gravadas sus hazañas.

Solemos repetir las mismas rutas, y meter en las sesiones también a nuestros "yoes" pasados, que nada motiva mas que superarse a uno mismo.

El programa consigue mantenerte motivado dando pedales para completar la ruta, para mejorar tu tiempo, o para llegar antes que "fulanito". La motivación dura un rato, media hora, como mucho tres cuartos, y luego ya empieza uno aburrirse, y no hay mucha gente que aguante sesiones de mas de una hora a pesar ese puntito masoquista que a veces tienen los que montan en bici.

Lo peor de los rodillos como el nuestro, que se mueven con el neumático trasero, es no poder meter la bici sin mas. Necesitas un neumático liso para que traccione suficientemente, y desgastan mucho la goma, por lo que si quieres que funcione bien tienes que montar uno especifico para rodillos. Así que o tienes una segunda rueda para el rodillo y la vas cambiando, o peor aun, tienes que andar cambiando el neumático para alternar entre rodillo y salidas. Por eso al final hemos terminado adaptando una de nuestras viejas bicis y la tenemos siempre en el rodillo.

No creo que en el futuro lo usemos demasiado. Ya estamos deseando que nos dejan salir a pedalear, pero tenemos que reconocer que en estos días de confinamiento el rodillo nos esta sirviendo para no anquilosarnos en el sofá, y a falta de otra cosa que hacer, hasta estamos disfrutando con el.

Bueno, animo a todos que ya queda menos para volver al mundo real, y en nada, nos vemos pedaleando por los caminos.