Así que para el viaje de este verano hice un buen mantenimiento preventivo. Cambie todas las zapatas, cubiertas y cámaras nuevas, y me quede preocupado por las cadenas y los piñones, que ya llevan pedaleando con nosotros mas de lo aconsejable. Las cadenas están mas estiradas que un chicle, y los dientes de los piñones afilados como cuchillas ... pero como de momento cambian bien y no saltan de piñón, pues las deje un ratito mas ...
Sin embargo los problemas llegan con lo que uno menos se lo espera:
En mitad de ruta empece a notar un bamboleo extraño en mis posaderas. La bici cedía a cada bache como si por el conocido proceso de mutaciones genéticas y selección natural, hubiera evolucionado a una especie mas desarrollada: la bici de doble suspensión.
Me baje a comprobarlo de inmediato ... y no, no me había crecido un amortiguador trasero. Lo que tenia era el sillín partido. Tal que así:

¿a alguno os a pasado algo parecido ?
De momento he decidido cambiar de sillín ... y ponerme a régimen
